El teatro sensorial trata de expresar una poética en la que intervengan los sentidos del espectador (viajero) como protagonista de una experiencia personal, única e irrepetible, en la que el hecho teatral es una excusa para que el que participa conecte de manera profunda y sincera con su verdadera identidad.
Con la oscuridad y los espacios no convencionales como aliados se busca un transfondo poético compartido, inspirado en la esencia común del ser humano y la búsqueda de aquello que desconocemos pero que nos mantiene curiosos.
«Un cuerpo curioso es un cuerpo vivo»