Esta mañana me despertó la banda de musica del pueblo donde duermo dias y vivo noches.
Venían a recoger a un nuevo miembro.
Nuestro vecino.
El acto era simple, tocar una pieza en su casa y darle la bienvenida.
Entre lágrimas pensé que fácil es crear una imagen bella.
Si dedicaramos al día, al menos un minuto a hacer algo por alguien, el mundo saldría del estercolero que hemos producido.
Llevo todo el día cuestionándome.