Fuí al estudio de un pintor.
En su almacén se aglutinaban inmensidad de cuadros, propios y pintados por otros pintores que él admiraba.
Recorrimos los pasillos atestados de obras de arte y llegamos a un pequeño baúl donde guardaba sus pequeños tesoros.
Un escorpión que le picó recolectando «panochas» y que el mismo disecó”.
Una foto abrazado a una mujer africana que parecía tenerlo en volandas.
Un anillo con un zafiro colombiano con una invitación de boda manchada de carmín.
Una petaca que contenía ginebra y que al parecer perteneció a un soviético amigo de su abuelo.
La caja abrió todo un mundo de recuerdos y ensoñaciones con cada objeto el artista me iba desvelando su pasado y yo iba viajando a los adentros de su memoria como hipnotizado por un pasado que habita en él, puesto que cada vez que abre esa caja reviven hechos que ocurrieron hacen más de medio siglo pero que en ese momento eran vivencialmente revividos.
En @lacreativa (escuela de expresión del alto vinalopo) tratamos cada miércoles de crear nuestro propio (Story telling).
Abrir nuestra propia caja como mi amigo el pintor y sentir como las experiencias que creamos van hilvanando un tejido poético que hace que nuestros alumnos vibren con las propuestas que sacamos de nuestra propia caja.
Ya son casi una decena de personas en estos últimos años las que gracias a nuestro impulso han decidido dedicarse al mundo del espectáculo y que andan llenando su caja de experiencias propias por el escarpado mundo de las artes escénicas.
Seguimos avanzando y construyendo nuestro Story telling en el arte de la expresión y dando alas a los que nos visitan.