Mirar a los ojos es un gesto de sinceridad.
Mantenerlos mucho tiempo puede ser psicopático.
No mirar es huir.
En @lacreativa incidimos mucho en la propuesta de ser generoso con la mirada.
Este trabajo no es fácil, porque tu mirada aunque sea honesta, limpia y entregada puede chocar de frente con una apática, desinteresada o molesta.
El principal camino a la hora de mirar al público es creer que lo que estas entregando es lo mejor de ti. Ser honesto con lo que haces, dices. No tratar de demostrar nada, ser tú en lo más profundo de tu corazón.
La mirada se entrena.
No puedes estar todo el tiempo mirando al público porque entonces te olvidas de tu trabajo como actor/actriz, hay que encontrar un equilibrio entre lo que haces o dices en tu performance y como lo compartes a través de la mirada con el público.
Nunca juzgues al público. El es justo. El te dá de vuelta lo que tú le ofreces.
Actuar es una verdadera terapia para conocerse, porque tú piensas que eres de una manera y el público te dice lo contrario.
Cuando el trabajo del actor se realiza en la oscuridad la mirada del actor es la voz que acaricia con sonidos al público. Es otra de forma de mirar, en este caso con los oídos.
Estoy convencido de que en el futuro el teatro será uno de los pocos lugares donde recordarnos que mirarnos es comunicar, que no hace falta hablar para entenderse.
Que tus ojos me dicen todo lo que necesito saber de mí.
Atrévete a mirarte dentro para compartirlo fuera.