miguel angel montilla

Contando en el colegio de la ENCINA

El esplendor y la decadencia caminan siempre de la mano.

LA ENCINA era un nudo ferroviario cargado de vida, cientos de viajeros hacían cambios de trenes, y mercancías destinadas al este y al oeste, tenían su confluencia en este lugar. 

fotos Rafa ballester 25noviembre cuentos 060

Había un teatro, bares, una librería, hostales, varios colegios, se respiraba el ambiente próspero de una estación donde los viajeros traían sus historias y sus dineros…

Hoy tengo el privilegio de «contar cuentos» en esta pequeña escuela.

Entre ellos está mi hijo Manuel y sus amigos de espíritu libre.

 

Ayer mientras veía la película 

CAPITAN FANTÁSTICO de Mortensen

me dí cuenta entre lágrimas que «la útopía» es posible nunca olvidando el mundo real para desde ahí dinamitar los cimientos de la mentira.

 

La Encina en otro tiempo fué esplendorosa y … ¿quien dice que hoy no puede serlo?

Quien dice que hoy no podemos construir allí una escuela libre que permita a los niños inventar su nuevo mundo.

Quien dice que hoy no podemos construir allí un teatro que muestre obras que nos trans-formen.

Quien dice que hoy no podemos poner en la vías de LA ENCINA un tren que viaje a

 

«Otros destinos que otros consideran imposibles».

 

Brindo por todos los posibles….

pedania-encina (1)

y también por todos los imposibles.

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