ME PRESENTO
COMO YA SABES, SOY MIGUEL ÁNGEL
MIS TRES LIBROS
EL COMIENZO DE TODO
De pequeño, en mi casa había solo tres libros: La vuelta al mundo en ochenta días, de Julio Verne; Felipe, aprendiz de torero, de Robert Vavra; y las Aventuras de Pinocho, de Saturnino Calleja. Los ojeaba con frecuencia para ver las ilustraciones. Un día de verano me decidí a leerlos y en mi mente se abrió un mundo imaginario que aún conservo en mi memoria como tesoro que resplandece.
El día en que abrió las puertas la Biblioteca Pública Municipal de mi pueblo, yo contaba con 12 años. La presencia de tanto libro creó en mí una curiosidad inusitada, un deseo de conocimiento que amplió mis horizontes y despertó en mí una especial vocación por la literatura.
Por este apego por lo literario me lancé a la aventura de estudiar Arte Dramático en la Real Escuela Superior de Madrid. Después de eso, viví experiencias maravillosas trabajando en instituciones de renombre, y también sentí el vacío profundo que suponen las giras y estar lejos de mi familia.
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INSPIRACIÓN
LOS NIÑOS ME APORTAN MUCHO
Tienen una mente inocente, son todo corazón. Ellos todo lo descubren y redescubren. No emiten juicios ni sobre ellos mismos, ni sobre los demás y sobre todo viven en el aquí y el ahora. Eso permite que el narrador se entregue también con su propia inocencia al arte de contar. Te conviertes en niño, lo que no quiere decir que sea aniñada tu propuesta, pero sí altamente sensible. Cada vez que actúo frente a ellos pienso todo lo que tengo que aprender de su actitud vital.
PROPÓSITO
MI PROPÓSITO COMO NARRADOR ORAL
Es sembrar en el inconsciente de los niños la necesidad constante de mejora continua, de transformación interna, y por tanto externa. Que sean capaces de desarrollar un pensamiento crítico y una autoestima lo suficientemente alta como para batallar por sus anhelos.
EL MOMENTO QUE MÁS ME GUSTA en el oficio de cuentacuentos es cuando se produce un silencio total en la sala.
MIGUEL ÁNGEL
Martincho el bicho
ámigos de cuentos de miguel ángel
melchor el malechor
ámigos de cuentos de miguel ángel
El 95 % de los compañeros de juego del barrio donde nací, ha muerto por drogas, tiene sobrepeso, están alcoholizados o trabajan en oficios no cualificados… alguno de ellos hasta se ha suicidado. Si en ese barrio les hubieran contado cuentos de transformación, más de uno habría salido de esta autoprofecía cumplida de la miseria.
En ese silencio de complicidad entre el narrador y los escuchantes todo deja de existir, menos el cuento en sí, que se convierte en el único protagonista. Es lo que los griegos llamarían la CATARSIS, una liberación profunda de emociones que nos hace sentir una gran comprensión sobre la condición humana.
UNA EXPERIENCIA CONMOVEDORA.
Durante años hice de Rey Mago los días 5 de enero. Cuando los niños me entregaban su carta yo les preguntaba qué habían escrito. El 99 % de las veces me decían cosas materiales.
Una vez una niña me dijo al oído: “Pedí que mi mamá volviera del cielo”. Yo le conté un cuento inventado sobre una niña que encontraba a su madre volando por el cielo. Cuando terminé, la niña sonrió y me dijo que su madre iba a volver. Le dije que siempre que vamos a un sitio, volvemos. La niña se fue riendo y soñando. La posibilidad de transmitir esperanza, como a esa niña, es una de las cosas que me siguen moviendo.
¿ALGUNA DUDA?
ESTOY PARA AYUDARTE
Recuerda que siempre es un placer para mí escucharte y saber de ti. Para opiniones o dudas puedes comunicarte conmigo.